Bien, como dijeron los gomaespuma una vez, ahora van a aparecer (en pantalla) una serie de palabras que podríamos denominar incorrectas, así que vamos a relajarnos todos, que no pasa nada por poner 4 tacos o 50 veces polla-coño-mamada. Entre otras.
Soy consumidor no habitual de cine porno. Remarco: no habitual. Tengo el Plus y antes me grababa alguna cada 15 días, pero hace más de medio año que no veo nada. ¿La razón? Demasiado trabajo y demasiado poco tiempo para las diversiones. Pero no pasa nada, como me ha salido la vena de periodista de invesigación, a ver si me grabo la del viernes y la comentó aquí el sábado que, todo sea dicho, no están mis padres (En esta vida hay que ser pragmáticos, ¿no?
El porno. El primer paso es reconocerlo: sí, he visto más de una peli, pero menos de 5. Soy una especie de novato-veterano, porque cuando ves 2 ya lo has visto todo. Te sabes todos los recursos, los movimientos de la cámara, los zooms (algunos bastante desagradables) y por qué no, los efectos especiales. Como no quiero entrar en muchos detalles teórico-prácticos, comentaré las 2 pelis que más me han marcado. No recuerdo los títulos, así que me los inventaré:
1. El Salido
Es la primera porno entera que vi en mi vida, aunque he de reconocer que las escenas de sexo las rebobinaba hacia delante con el botón de forward. ¿Sorprendidas? ¿Sorprendidos? Supongo que sí, pero intentaré explicarme con un ejemplo muy claro: ¿para qué quiero ver como una tía le hace una mamada a un tío durante 15 minutos si sé como va a terminar? Otra cuestión es entender cómo aguanta tanto, pero ahí no entraré.
Bueno, ahora que he explicado cómo veo yo estas pelis, me centraré en el guión: aparece una rubia que tiene las tetas operadas (eso se nota). Está buena y es una guarra porque se va sola a un cine porno donde hay 5 o 6 parejas y un tío, al que llamé El Salido, que está escondido todo el rato mirando cómo se lo monta la peña en las estrechas butacas. La rubia se emociona con la peli que están proyectando y nos muestran escenas de esa película (o sea, que en realidad hicieron una metapelícula porno, es decir, una película sobre otra peli) El director intercala escenas de la peli con situaciones típicas que le pueden pasar al mundo, por ejemplo:
- Una tía se equivoca de baño y se mete en el de tíos, donde hay 2 meando; cuando la ven entrar ella dice "me he equivocado", los 2 la desnudan con la mirada y efectivamente es así porque en el siguiente plano está dándole al tema. En eso entra el novio de la chica y uno de los tíos le suela: "mira como me la chupa tu novia". ¿Pero cómo sabía que era su novia? ¿Se lo ha transmitido la chica a través de la mamada?
- 2 tías que no se conocen y que no son lesbianas (me consta) se montan el lote en los asientos delante de todo el mundo.
Como véis, concedo mucha importancia al guión, y más aún a los diálogos.
Sigo: la rubia está como una moto y no deja de mirar al salido, que también la mira. Se levanta, sale fuera y el salido entra en acción: se desabrocha el pantalón y aparece el mástil; la rubia empieza el trabajo y al cabo de un brevísimo periodo de tiempo (le di al rebobinado, perdón) le dice si le gusta. "Chúpamela, zorra" es la respuesta del salido, que se emociona y termina muy bien, feliz y con más cara de salidorro que nunca. Al final se acaba la peli (la del cine porno, no la peli peli)y se van todos. Cuando parece que van a salir los créditos, sale la rubia en su cochazo. Está pensativa y dice: "mmm... no ha estado mal, pero... ¿qué me deparará el resto de la noche? Ya está, ahora aparecen los créditos y a imaginar lo que cada uno quiera. Yo sigo pensando que aquella tía era una guarra y que el salido es una especie de Dios con un potencial sexual flipante, adquirido por exponerse a los rayos catódicos de tanta porno que ha visto en su casa.
2. La clon
De esta no me acuerdo bien, pero tiene un momento mítico que para siempre me aficionó a los diálogos de pelis porno.
La acción transcurre en Grecia y cuenta la historia de una bella bailarina de striptease - y algo más - que tiene una hermana gemela, pero ella no lo sabe. En realidad, la gemela es una espía a la que han implantado un chip que trabaja para un tío muy rico. Ese chip, al pulsar un botón de un mando, obliga a la gemela a matar al que esté delante. Bueno, pues el caso es que la gemela se lo monta con un tío importante, ni más ni menos que... ¡el ministro de Telecomunicaciones de Grecia! (aquí los guionistas han estado brillantes) para luego matarlo con un cuchillo muy afilado. Por lo menos la gemela tuvo el detalle de dejar terminar al importante caballero.
Después de unos polvazos sin importancia, vuelven a hablar: un científico quiere hablar con la bailarina de striptease - la gemela de la gemela - para entregarle una carta y contarlo algo importante. Pero un francotirador le dispara a 5 metros de distancia y se lo carga. Por supuesto, nadie logro atrapar al tirador Franco. Entonces la bailarina recoge la carta y se entera que tiene una hermana gemela que además es una especie de clon (esto no lo pille) Mientras lee la carta, sus padres aparecen haciéndolo en frente del Partenón con una cuidada estética años 60. Luego de eso no sé que pasó porque me aburrí y unos días después grabé encima... episodios de Los Simpson. ¡Que no estoy tan salido! Por favor, si alguien vio esta genial peli, rogaría que me dijera cómo acaba, aunque me juego algo a que la gemela y la gemela-clon por alguna razón se lían.
Ya está, ya he hablado de porno, un tema tabú tabú, como el juego. La verdad es que me apetecía compartir mis inquietudes y teorías sobre el cine porno, aunque realmente no haya esbozado ninguna. Tal vez otro día. Sí, otro día hablaré de una de piratas.
