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la vida de un alcoyano: Tercera reconversión y una explicación

27.9.04

Tercera reconversión y una explicación

Vuelvo a escribir aqui porque el pasado es demasiado perfecto. Con este blog, diario o bitácora he pasado momentos muy interesantes, me he conocido a mí mismo, también a los demás y creo haber comprendido algo: que nada se olvida ni se entierra. Bonito, ¿verdad? A mi me lo parece.

Como he puesto en el título, esto es una tercera reconversión de mi blog, diario o bitácora "La Vida de un Alcoyano". En la segunda me cargué 4 meses de mi vida que ahora escondo en mi disco duro. Ni los he olvidado ni mucho menos enterrado. Por eso quiero explicar de una vez por todas qué fue lo que pasó:

El 18 de abril empecé a escribir sobre mi vida, sin orden. Cada día un tema, una historia, una canción, una ilusión. Me propuse escribir a diario y hasta el 25 de julio lo cumplí. ¿Qué pasó aquel día? He dicho que escribía sobre mi vida, y en esa vida estaba una chica que me gustaba cuyo nombre no escribiré por motivos que después explicaré. Hacía 3 años que me gustaba y la relación de amistad entre los 2 iba muy bien. Como en todo, hay cosas que no me gustan de ella y, lógicamente, escribía sobre ello. Por ejemplo, puse que no me gustaba que fumara de broma en las cenas; puse que en el Mediatic la había encontrado muy fría y distante; puse que no parecía bien que se enrollase con 2 tíos en una misma noche. Puse... demasiadas cosas, lo reconozco.

Un buen día, esa chica se enteró, quedamos para hablarlo y lo primero que hice fue pedirle perdón por haber hablado de su vida privada en internet. Ella me dijo que le parecía muy bien que yo tuviera un diario, pero que no lo hiciese público. Quise explicarle que la posibilidad de que lo encontrara era muy remota, y por que eso escribía en un medio público. Le dije que la audiencia de mi diario era mínima y que, al fin y al cabo, eran personas anónimas que leían por leer. Obviamente, le di toda la razón: ella estaba en su perfecto derecho de sentirse ofendida conmigo y le pedí perdón. Además, le dije que borraría todo el diario porque estaba en su derecho y porque no quería un diario censurado.

Su respuesta fue fría. Me trató como una basura, sin compasión. Quizás pecara de iluso al pensar que me podría perdonar rapidamente porque claro, hablar de ella en internet era algo que no estaba bien. Pero me equivoqué, su enfado y su frialdad radicaban en que yo hablé mal de ella, no en que yo hubiera hablado de su vida privada a secas. Me explicaré, aunque es fácil adivinado:

Esta chica sabía desde hacía un mes la existencia del diario y por tanto sabía que ocasionalmente podía comentar algo sobre ella. Pero, según sus propias palabras: "como no decías nada malo, no te dije nada y esperé a ver". ¡Claro que no decía nada malo de ella! Todo el rato "Esta chica me gusta, es perfecta, estoy enamorado"... Fue escribir -palabras textuales- "Ya no me interesa [insertar su nombre aquí] que, por cierto no lo dije: se enrolló con 2. No quiero decir con esto que me parezca una puta, pero es que alcohol hace a las personas más insoportables y extrañas". Ella entendió que le había llamado puta. Sobran las palabras.

Desde aquel día mi relación con ella pasó de 100 a 0. De ser un perrito faldero detrás de ella a ignorarla totalmente. No me gusta la gente que manipula y que va de soberbia. No me gusta que me escondan cosas, y no vale decir que yo le escondía lo del diario porque estaba completamente convencido que no lo iba a ser nunca porque, para empezar, no tiene internet y dudo que haya entrado más de 2 veces. Pero me equivoqué: un amigo suyo tecleó en el google "su nombre + alcoy" y salió mi diario.Por eso nunca más escribiré su nombre aquí ¡Coño, que mala suerte! No me gusta que me traten como un perro, como nada. A mi me enseñaron que con pedir perdón basta.

Luego, al poco tiempo, intentó arreglarlo a su manera y yo pasé de ella. Quiero decir que suelo dar el primer paso cuando me enfado con alguien, pero con ella me sentí en mi derecho de no hacer algo que no me apetece. No es mi amiga y no quiero saber nada de ella. Hace mucho que no hablamos y aunque suene contradictorio, hecho de menos nuestras conversaciones. Me gustaría que todo fuese como antes, que nada hubiera pasado, porque este incidente me ha mostrado su verdadera cara. Aun así, me arrepiento de no haberle dicho nada en la cena del sábado, la de su cumpleaños. Ella era la fría y la cruel, y lo sigue siendo conmigo, y yo me he convertido en más o menos lo mismo. El maldito orgullo, que no quiere perder una batalla absurda. Sé que la pelota está en mi tejado y que debería dar el primer paso. No pierdo nada. Lo de ser amigos se ha acabado, pero no quiero pasarlo mal cuando estoy cerca de ella. No quiero odiar. Tal vez a la próxima me decida a hacer algo, porque prefiero estar a cero grados que a -10. ¿Se entiende el símil?

Después de este desahogo terapéutico vuelve el auténtico Guille. Nada de artículos periodísticos que pretenden ser perfectos. Nada de temas banales sin importancia. Nada de censura. Aquí se hablará de todo lo que me permita mi jefe: mi cerebro.

Gracias.

P.S: ¿Os acordáis del concurso Popstars? ¿Sí? Pues había una impresionante rubia de ojos azules llamada Monte Serrado (por favor, traducidlo al catalán y dejadlo en el diminutivo;) que me volvía loco. ¿Qué habrá sido de esa chica?