Google
Web www.alcoyano.blogspot.com   
la vida de un alcoyano: septiembre 2004

27.9.04

El Apocalipsis va a llegar, y sólo Federico se va a salvar

Si ya es bastante pesado aguantar una horita de autobús hasta la Universidad sin poder echar el asiento hacia atrás porque temes molestar a una chica con gafas de sol cuando no lo hay, imagínate compartir ese trayecto con Federico Jiménez Losantos, presentador del programa "La Mañana" de la COPE. Hoy no toca hablar de la Iglesia, así que nada diré de la radio de los obispos.

La primera sección se llama "El despertador" y, en ella, Federico cuenta la noticia más interesante del día. La de hoy era que, según él y el diario El Mundo han descubierto que Antonio Toro, confidente de la policía, le dio un número de teléfono facilitado por ETA a su cuñado Suárez Trashorras (el que robo la dinamita) para que éste le vendiera explosivos a... ETA.

Está muy claro: el Trashorras ese ha vendido dinamita a ETA y Al-Qaeda, y por esa razón ya existe un vínculo directo entre las 2 organizaciones terroristas. Además, el juez Garzón (ex PSOE) pinchó los teléfonos de los cerebros del atentado, pero no hizo nada porque le interesaba. La Guardia Civil tampoco hizo nada por evitar los atentados porque el confidente Zouhier les advirtió de las bombas y no hicieron nada. No quisieron evitarlo. Si a todo esto unimos que al PSOE le interesaba electoralmente que hubiera una matanza, es perfectamente entendible que Zapatero brindara con champán (eso he leído) Rafael Vera, encarcelado por los GAL, seguro que tuvo algo que ver, y las hordas judeo-masónicas casi consiguen penetrar en una España llena de confusión

Conspiraciones, asesinos, vínculos entre ETA y Al Qaeda, confidentes... ¡Qué lío! Menos mal que tenemos a Federico, el único poseedor de la verdad, para que nos lo aclare. Gracias, ¡oh adalid de la libertad!

Tercera reconversión y una explicación

Vuelvo a escribir aqui porque el pasado es demasiado perfecto. Con este blog, diario o bitácora he pasado momentos muy interesantes, me he conocido a mí mismo, también a los demás y creo haber comprendido algo: que nada se olvida ni se entierra. Bonito, ¿verdad? A mi me lo parece.

Como he puesto en el título, esto es una tercera reconversión de mi blog, diario o bitácora "La Vida de un Alcoyano". En la segunda me cargué 4 meses de mi vida que ahora escondo en mi disco duro. Ni los he olvidado ni mucho menos enterrado. Por eso quiero explicar de una vez por todas qué fue lo que pasó:

El 18 de abril empecé a escribir sobre mi vida, sin orden. Cada día un tema, una historia, una canción, una ilusión. Me propuse escribir a diario y hasta el 25 de julio lo cumplí. ¿Qué pasó aquel día? He dicho que escribía sobre mi vida, y en esa vida estaba una chica que me gustaba cuyo nombre no escribiré por motivos que después explicaré. Hacía 3 años que me gustaba y la relación de amistad entre los 2 iba muy bien. Como en todo, hay cosas que no me gustan de ella y, lógicamente, escribía sobre ello. Por ejemplo, puse que no me gustaba que fumara de broma en las cenas; puse que en el Mediatic la había encontrado muy fría y distante; puse que no parecía bien que se enrollase con 2 tíos en una misma noche. Puse... demasiadas cosas, lo reconozco.

Un buen día, esa chica se enteró, quedamos para hablarlo y lo primero que hice fue pedirle perdón por haber hablado de su vida privada en internet. Ella me dijo que le parecía muy bien que yo tuviera un diario, pero que no lo hiciese público. Quise explicarle que la posibilidad de que lo encontrara era muy remota, y por que eso escribía en un medio público. Le dije que la audiencia de mi diario era mínima y que, al fin y al cabo, eran personas anónimas que leían por leer. Obviamente, le di toda la razón: ella estaba en su perfecto derecho de sentirse ofendida conmigo y le pedí perdón. Además, le dije que borraría todo el diario porque estaba en su derecho y porque no quería un diario censurado.

Su respuesta fue fría. Me trató como una basura, sin compasión. Quizás pecara de iluso al pensar que me podría perdonar rapidamente porque claro, hablar de ella en internet era algo que no estaba bien. Pero me equivoqué, su enfado y su frialdad radicaban en que yo hablé mal de ella, no en que yo hubiera hablado de su vida privada a secas. Me explicaré, aunque es fácil adivinado:

Esta chica sabía desde hacía un mes la existencia del diario y por tanto sabía que ocasionalmente podía comentar algo sobre ella. Pero, según sus propias palabras: "como no decías nada malo, no te dije nada y esperé a ver". ¡Claro que no decía nada malo de ella! Todo el rato "Esta chica me gusta, es perfecta, estoy enamorado"... Fue escribir -palabras textuales- "Ya no me interesa [insertar su nombre aquí] que, por cierto no lo dije: se enrolló con 2. No quiero decir con esto que me parezca una puta, pero es que alcohol hace a las personas más insoportables y extrañas". Ella entendió que le había llamado puta. Sobran las palabras.

Desde aquel día mi relación con ella pasó de 100 a 0. De ser un perrito faldero detrás de ella a ignorarla totalmente. No me gusta la gente que manipula y que va de soberbia. No me gusta que me escondan cosas, y no vale decir que yo le escondía lo del diario porque estaba completamente convencido que no lo iba a ser nunca porque, para empezar, no tiene internet y dudo que haya entrado más de 2 veces. Pero me equivoqué: un amigo suyo tecleó en el google "su nombre + alcoy" y salió mi diario.Por eso nunca más escribiré su nombre aquí ¡Coño, que mala suerte! No me gusta que me traten como un perro, como nada. A mi me enseñaron que con pedir perdón basta.

Luego, al poco tiempo, intentó arreglarlo a su manera y yo pasé de ella. Quiero decir que suelo dar el primer paso cuando me enfado con alguien, pero con ella me sentí en mi derecho de no hacer algo que no me apetece. No es mi amiga y no quiero saber nada de ella. Hace mucho que no hablamos y aunque suene contradictorio, hecho de menos nuestras conversaciones. Me gustaría que todo fuese como antes, que nada hubiera pasado, porque este incidente me ha mostrado su verdadera cara. Aun así, me arrepiento de no haberle dicho nada en la cena del sábado, la de su cumpleaños. Ella era la fría y la cruel, y lo sigue siendo conmigo, y yo me he convertido en más o menos lo mismo. El maldito orgullo, que no quiere perder una batalla absurda. Sé que la pelota está en mi tejado y que debería dar el primer paso. No pierdo nada. Lo de ser amigos se ha acabado, pero no quiero pasarlo mal cuando estoy cerca de ella. No quiero odiar. Tal vez a la próxima me decida a hacer algo, porque prefiero estar a cero grados que a -10. ¿Se entiende el símil?

Después de este desahogo terapéutico vuelve el auténtico Guille. Nada de artículos periodísticos que pretenden ser perfectos. Nada de temas banales sin importancia. Nada de censura. Aquí se hablará de todo lo que me permita mi jefe: mi cerebro.

Gracias.

P.S: ¿Os acordáis del concurso Popstars? ¿Sí? Pues había una impresionante rubia de ojos azules llamada Monte Serrado (por favor, traducidlo al catalán y dejadlo en el diminutivo;) que me volvía loco. ¿Qué habrá sido de esa chica?

14.9.04

Hasta luego

Hace mucho que no escribo seguido en este diario. La magia se rompió hace tiempo, concretamente cuando M. descubrió lo que escribía sobre ella. Desde ahí ya nada ha vuelto a ser lo mismo porque escribo sin ilusión. Además, ahora estoy con la novela y no tengo tiempo ni ganas para vosotros. Espero volver pronto y con las pilas cargadas porque esto no es más que unas pequeñas vacaciones. Me las he ganado, ¿no?

10.9.04

La novela

Eso es lo que me ha mantenido alejado de aquí. Bueno, eso y el examen de recuperación que por fin he hecho hoy. Ha salido bien. No diré nada más porque creo que soy gafe y ya se sabe qué pase con los gafes.

La novela, ¿qué es eso? De momento es algo que estoy escribiendo. No tiene ni título, pero he escrito algunos capítulos en mis ratos libres. Quisiera que leyérais el 5, que os pongo a continuación.

Antes de que empiecen las críticas, un aviso (legal o no): este capítulo tiene algo de porno, pero ni mucho menos el futuro libro es así. Lo digo porque la edad recomendada sería +13 años o algo así. Bueno, a ver qué os parece. ¿Tendrá futuro? ¿Llegaré hasta el final?

CAPÍTULO 5

El 23 de abril de 1276 los cristianos alcoyanos derrotaron a las tropas moras del caudillo Al-Azraq gracias a la intervención divina de un santo turco llamado San Jorge que se pasó la vida matando dragones y rescatando princesas. El pueblo de la villa de Alcoy, al ver que podían hacer una cacería de moros se abalanzaron sobre ellos y les persiguieron hasta un barranco de las afueras. Allí, los moros, quien sabe si ayudados por algún San Jorge musulmán y pariente de Mahoma, apalizaron a los buenos alcoyanos. Esa es la historia que esconde el hoy llamado “Barranco de la batalla” que volví a ver después de 8 largos años. Estaba igual.

Faltaban 6 días para los sanfermines del 2004 y yo estaba sentado en un autobús de La Alcoyana. Sabía que dentro de un par de minutos volvería a ver las fábricas, una especie de saludo de bienvenida que me brindaba mi ciudad sin ningún tipo de rencor. Sé que salí sin despedirme de nadie, sé que me hubiera gustado despedirme de la Font Roja, del Collao... Pero nunca me han gustado las despedidas, lo siento. Estaba tan abstraído en mis pensamientos y emociones que no reparé en que a un pasillo de autobús de distancia había una chavala de cuerpo más que interesante. Alguien me tenía que poner al día, y de paso disfrutaría contemplando a esa rubia de ojos verdes. Me puse en el asiento del pasillo, me relajé, cogí aire y empecé una conversación en castellano después de mucho tiempo:

- Perdona. – empezaba mal. La rubia espectacular, si era una borde, podría contestar: ¿perdona qué?
- ¿Sí? – Bien. Borde no era y además tenía un gran par de tetas. ¡Dios mío! Creo que aquella camiseta de tirantes tenía demasiado escote. Pensé en decírselo, pero eso sí que sería un mal comienzo. Además, si la chica iba así es porque le gustaba ir así. Podía ser un encanto o una de esas que hace competiciones de rollos. “¡Tía, que me he enrollado con 7! Te he ganado”. Más bien parecía del segundo tipo, pero no me importaba: aquellos ojazos y esas tetas eliminaron de golpe todos mis prejuicios y empecé a ser objetivo.
- Sí, esto... je je je – estaba siendo objetivo, la tía me ponía y yo había caído en la trampa: me había enamorado.
- ¿Cómo te llamas? – se dio cuenta, seguro. Menos mal que cambió los papeles, porque del “esto...” no hubiera pasado.
- Paco, me llamo Paco –yo y mi manía de emular a James Bond (el de Sean Connery si es posible)
- Yo Paula. Encantada – sus ojos brillaron y yo me imaginé a los dos viviendo en una casa en el campo, con dos hijos y un perro.- ¿Qué querías? ¿Nos conocemos?

Mierda, no había cambiado los papeles. Simplemente me había ayudado a empezar. Ahora tenía que hacer frente a dos preguntas –la segunda era fácil-, dos niños malcriados, un perro que no me hacía ni puto caso y una casa de campo en ruinas. Para colmo, en la sierra había un incendio. ¡Es increíble lo que pueden hacer dos preguntas! Te descolocan y te desgracian un bonito sueño. Decidí responder a la más fácil:

- No, es la primera vez que te veo – mi fuerte siempre ha sido la sinceridad.

En ese momento vi que tenía un libro en el regazo: “Diario de un Skin”. Ni idea, pero me serviría para ganar tiempo con la primera cuestión.

- ¿Qué tal el libro?

Me daba exactamente igual, con lo que no escuché lo que me dijo. Por allí había un par de tetas que se merecían el Pulitzer, el príncipe de Asturias y el Nobel, sin contar el “Patrimonio de la humanidad”. Me dijo algo, así que intenté que lo repitiera para no quedar mal:

- ¿Qué? Perdona, no te he escuchado; es que el viaje ha sido largo y... –sonaba a excusa absurda, así que dejé que ella dijera algo.
- ¿Te gustan mis tetas? Como has estado mirándolas tanto rato...

Entonces supe que el mejor día de mi vida había empezado.

- ¿Cómo? No, no. Estaba mirando el libro; es que no lo había visto nunca.
- Ya, ya... – su lengua recorrió unos labios finos y delicados. Parecía que se lo estaba pasando en grande.

Yo no sabía ni qué decir ni cómo ponerme. “¿Te gustan mis tetas?” era la típica frase que utilizaban los guionistas –bueno, o lo que fueran- del cine porno para indicar que dentro de nada habría tema. El conductor paró en una cuneta desierta próxima a una fábrica de ladrillos construida sólo con ladrillos – qué paradoja -, se levantó pesadamente del asiento y empezó a bailar al ritmo de una música desconocida que decía algo así como “numa numa gay”. Nos miró con cara de loco salido y se acercó a nuestro asiento de la manera más provocativa que puede caminar un hombre de unos 50 años, calvo, gordo y con una mata de pelo. Detrás de nosotros, casi al final, una mujer con grandes orejas se tapaba el rostro con la cortinilla de las ventanas. “¡¡Buuu!!”, nos dijo. De la fábrica de ladrillos sólo construida de ladrillos salió un tío vestido de pirata y con una espada en la mano. Parecía conocer al conductor, porque se saludaron y parecían muy contentos. El hombre subió, vio a Paula y exclamó: “Joder, ¡qué tetas!”. De repente, estaban todos a nuestro alrededor, incluida la mujer del “Buuu”. Nos miraban. Por desgracia, dejé de soñar y volví a la triste realidad.

Paula estaba allí, luego ella existía. Sus tetas seguían en su sitio, luego existían también. Me volvió a decir aquello de “¿te gustan mis tetas?”, luego Dios... Sí, supongo que existía en aquel autobús lleno de salidos, piratas y mujeres con grandes orejas que no paran de decir “Buuu”. No respondí a su pregunta e intenté crear sin éxito esa imagen surrealista que tan real me había parecido. En vez de eso, la fiera atacó por primera vez:

- ¿Sabes lo que pienso de los tíos como tú? Que sois unos cerdos. Siempre pensando en lo mismo. “Oh, mirad la rubia esa, qué tetas, qué culo...” ¡Qué patético! El mundo sería mejor si Dios no hubiese creado a los hombres, ¿sabes? Mira, vete a la...

Tenía que actuar. Y rápido.

- Bésame y calla. – mi agotado cerebro no pudo pensar nada mejor, pero por lo menos se calló.

Mientras saboreaba aquella victoria momentánea, Paula me pegó un ostión con toda la razón del mundo. Noté que todos se giraron y clavaron sus ojos en mí. Hasta la mujer de las orejas grandes y del Buuu me taladró el cogote con sus ojos rayo-láser. Había perdido una buena oportunidad de ponerme al día, y todo por contemplar dos maravillas, lo único positivo de aquel incidente, lo único que bien valía un buen ostión. ¡Y cómo dolía!

4.9.04

Tiras cómicas

Acabo de descubrir una web que reúne gran cantidad de tiras cómicas. Cada día hay una nueva y se pueden encontrar algunas en castellano -pocas, pero suficientes-. Hay algunas malas y en otras no pillas el chiste o mensaje, pero creo que leer estas tiras ayuda a desarrollar el cerebro y la personalidad, porque las mini-moralejas que podemos encontrar son muy enriquecedoras, y además hay que descubrirlas. Encima, como la mayoría están en inglés, siempre nos vendrá bien practicar el idioma y descubrir palabras de uso común para añadir a nuestro vocabulario mental de inglés.

http://www.ucomics.com

Entrad y disfrutad, arriba de todo hay una lista que pone "comics". Le dais ahí y seleccionad la tira que queráis.

1.9.04

Una multa bien pagada

Estaba intentando escribir sobre cualquier cosa cuando de pronto se me aparece en sueños Pedro Calvo, el concejal de seguridad del ayuntamiento de Madrid. Está muy feliz y me cuenta una interesante historia:

Pues resulta que estaba yo por Madrid y decidí acercarme con mi moto a ver unas obras. Cuando llegué al lugar, tuve un roce sin importancia con un coche. Intercambiamos los papeles y se acercó un polí, que muy amablemente nos pidió la documentación. En ese momento me di cuenta que me había dejado el carné en casa, que además estaba caducado. El madero me reconoció -pues soy una especie de jefe suyo-, pero no me dijo nada ni yo a él. Me dijo que lo sentía pero que me tenía que multar. Le sonreí y le dije que era su obligación. Ya sé que no se puede indocumentado en un vehículo, pero peor hubiera sido que me hubiera presentado como el señor concejal. ¿Me hubiera multado? Bueno Guille, te dejo; sólo quería que vieras que los políticos también somos honrados.

¿Para qué lo cuenta este hombre? Cuando era pequeño, mi catequista favorita -Nieves, ¡un saludo!- me dijo que nunca hay que decir que has hecho el bien, porque eso es presumir. En todo caso tienen que ser los demás los que aplaudan tu acción. Recuerdo que fue porque iba contando a todo el mundo que me había encontrado en la calle un sobre del Domund con 103 pesetas y yo, como buen cristiano, en vez de quedármelo, lo había dado a la Iglesia (Sinceramente, no me reconozco) Quizás el Calvo éste pensó que era mejor decirlo a que lo desvelara la Cadena Ser (eso lo lo he dicho yo)

Y a todo esto, ¿cuánto ha tenido que pagar? Sólo 105 euros por pronto pago. Toma, encima con rebajas. Me parece bien: el actuó como un ciudadano más y los descuentos se aplican a todos. No, si el tío ha resultado ser un listo. Ahora pasará a la posteridad como el concejal que pagaba sus multas sin cabrearse

Claves para saber si eres republicano

Por el gobernator de California, señor Arnold Schwarzenegger

Si crees que la esperanza de la democracia está en este país, y no en las Naciones Unidas, y si crees que debemos luchar hasta el final contra el terrorismo, entonces (...) tú eres republicano

Entonces también Aznar era, es y será republicano. Vamos a ver si lo entiendo: para luchar contra el terrorismo EE.UU tiene que liderar al mundo porque su democracia es la más perfecta. A eso se le llama vivir de rentas porque vale que allí se instaurara la primera "democracia" del mundo, ¡pero de eso hace ya más de 200 años! No estoy diciendo que lo que tienen ahora no sea democracia, pero si no son capaces de contar bien unos miles de votos, está claro que algo falla.

La ONU: EE.UU siempre se ha reído de ella. De partida, no quiso ingresar en su embrión, la Sociedad de Naciones. Parece ser que no les gusta verse como un país más, con más poder de decisión, sí, pero dentro del mismo saco. Quieren estar solos.

Si crees en la libertad de mercado y en nuestra economía, entonces eres republicano. Pero a los que son pesimistas sobre la situación de nuestra economía, les digo: "No seáis nenazas!

La libertad de mercado implica, necesariamente, una guerra sucia sin control; eso lo dijo un profesor que tuve. Añadía que "por eso el liberalismo no ha triunfado del todo". Los intereses económicos de las grandes empresas han promovido la creación de ciertos aranceles proteccionistas, como el impuesto que allí deben pagar por un coche japonés, por ejemplo. Además, asistimos impertérritos a un bloqueo económico en Cuba, a un control cada vez mayor de EE.UU sobre los países de América Latina... ¿Eso es la libertad de mercado? ¿Acaso es libertad? La libertad, esa seña de identidad del país de las oportunidades y de la democracia que poco a poco se desmorona.

Después de ver cómo piensa Terminator, creo que puedo morirme tranquilo. Tan sólo me falta una cosa: ver a Alfredo Landa en La Moncloa.