Gracias, papis
ASÍ DE MAL EDUCAN LOS BECKHAM
Todo lo que quieren Brooklyn y Romeo Beckham de sus padres, lo tienen Todo, claro está, menos una breve y crucial palabrita para su educación: No.
El último capricho del hijo mayor de Victoria y David Beckham, de 5 años de edad, asomó en la portada de The Sun el fin de semana pasado, y pronto se transformó en el plato fuerte de la comidilla que los tabloides británicos prepararon para estas Fiestas.
La imagen reluciente y soberbia de una camioneta Hummer de juguete, fabricada a escala y de un valor de 33.000 euros, apareció como el regalo que la gran mayoría de los niños en esta isla y en el mundo entero quisiera tener, y que muy pocos como Brooklyn Beckham pueden darse el lujo de llevarse a su casa.
Pero, en este caso, el costoso presente también fue vista entre líneas por algunos medios sensacionalistas como la fresa del pastel de la actitud indulgente con que el futbolista y la cantante estarían criando a sus retoños. «David y Victoria adoran darles todos los gustos a sus hijos. Y tan pronto como Victoria vio la Hummer ella se convenció que era el regalo perfecto para su niño», comentó un allegado a la familia del jugador del Real Madrid a ese periódico.
Sin embargo, la misma fuente luego señala que el deseo de comprar la camioneta proviene en realidad del ahora propietario y conductor exclusivo del vehículo. «Brooklyn ama ser igual que su padre.Si David se hace un nuevo peinado, él también quiere hacérselo, y si se compra un auto nuevo, el también quiere tener uno igual, para estar tan a la moda como su papá», dice. Y su papá ya se había comprado una Hummer de verdad -que tienen otros famosos, como Arnold Schwarzenneger-, por la que pagó la friolera de 82.500 euros, más 27.000 de opcionales.
Aunque el modelo a escala que conducirá Brooklyn Beckham no es tan potente ni veloz como el todoterreno real, al menos puede alcanzar una velocidad máxima de 50 kilómetros por hora, casi la velocidad de la luz para un pequeño que todavía no ha salido del jardín de infancia.
No obstante, sus padres no deberán preocuparse por eventuales choques, ya que es casi seguro que el pequeño sólo estará detrás del volante de su Hummy dentro de los límites del predio de su Palacio de Beckingham, como le llaman los tabloides a la impresionante residencia familiar de Hertfordshire.
Allí, Brooklyn, junto con su hermanito Romeo, de dos años y medio, disfrutará además de otro de sus grandes regalos navideños: una fortaleza construida en madera de un valor estimado en 180.000 euros. La instalación, de 30 metros cuadrados, y construida dentro de la propia mansión, tiene dos pisos con numerosas torres y un puente de tren. También tiene un tobogán en forma de espiral, trepadoras y columpios.
EMBARAZADA
Para que los niños y sus amigos puedan jugar también de noche, dispone de una amplia y luminosa red eléctrica. Toda la superficie esta recubierta de colchonetas de goma para evitar golpes. Victoria está muy obsesionada por la seguridad de sus pequeños, sobre todo ahora que está embarazada de su tercer hijo y al que espera alumbrar para el próximo mes de marzo.
Y no tendrá miedo, tampoco, de hacerle daño a su juguete nuevo, ya que posee un garaje en miniatura con una flotilla de tres autos de lujo diseñados a medida de su pequeña anatomía: un Porche, un BMW y una ostentosa Ferrari.
Eso sí: como la ceremonia de apertura de tan abultados regalos podría resultar una amenaza para la ansiedad de los niños en el día de Navidad, el célebre matrimonio contrató a un asistente -cuyos honorarios ascenderían a 1500 euros por día- para deshacerse de tantos kilos de cartón, papel y plástico.
El festival de gastos navideños de los Beckham, sin embargo, no termina allí. Para el 23 de diciembre, la jornada anterior a la Nochebuena, se programó el bautismo de los dos niños, cuya celebración se fijó en la capilla privada de su residencia.
A esta fiesta, que según un decano de la prensa amarilla local tuvo un presupuesto inicial de 750.000 euros, fueron invitadas diversas personalidades del mundo del espectáculo, entre los que se destacan Tom Cruise, Elisabeth Hurley y Elton John. Estos últimos, además, habrían sido elegidos los padrinos de los pequeños Beckham, junto a los hermanos de Victoria, hecho que habría provocado la furia de la familia del futbolista, de origen humilde, quienes se habrían sentido «excluidos» y, además, reemplazados por los célebres amigos del matrimonio más popular del Reino Unido.
Ted Beckham, el padre del astro madridista, pronto desmintió estos rumores. «No es cierto que haya disputas. A mí me cae bien Elton John», se defendió este residente de Chingford, uno de los suburbios más grises y olvidables de Londres. Y, es que, a pesar de todo el dinero, fama y lujo que les rodea, la familia de David siempre ha mantenido una buena relación con su entorno natural de toda la vida. Todo lo contrario que Victoria y, si nadie lo remedia, sus propios hijos.
Periodistadigital.com
Ahora escribo yo, Guille. Tras leer todos estos despropósitos me siento orgulloso de la educación que me han dado mis padres, del ordenador, del Quijote, del Digital Plus, de mi carrera de Historia. ¡Pobres niños-Beckham!
Todo lo que quieren Brooklyn y Romeo Beckham de sus padres, lo tienen Todo, claro está, menos una breve y crucial palabrita para su educación: No.
El último capricho del hijo mayor de Victoria y David Beckham, de 5 años de edad, asomó en la portada de The Sun el fin de semana pasado, y pronto se transformó en el plato fuerte de la comidilla que los tabloides británicos prepararon para estas Fiestas.
La imagen reluciente y soberbia de una camioneta Hummer de juguete, fabricada a escala y de un valor de 33.000 euros, apareció como el regalo que la gran mayoría de los niños en esta isla y en el mundo entero quisiera tener, y que muy pocos como Brooklyn Beckham pueden darse el lujo de llevarse a su casa.
Pero, en este caso, el costoso presente también fue vista entre líneas por algunos medios sensacionalistas como la fresa del pastel de la actitud indulgente con que el futbolista y la cantante estarían criando a sus retoños. «David y Victoria adoran darles todos los gustos a sus hijos. Y tan pronto como Victoria vio la Hummer ella se convenció que era el regalo perfecto para su niño», comentó un allegado a la familia del jugador del Real Madrid a ese periódico.
Sin embargo, la misma fuente luego señala que el deseo de comprar la camioneta proviene en realidad del ahora propietario y conductor exclusivo del vehículo. «Brooklyn ama ser igual que su padre.Si David se hace un nuevo peinado, él también quiere hacérselo, y si se compra un auto nuevo, el también quiere tener uno igual, para estar tan a la moda como su papá», dice. Y su papá ya se había comprado una Hummer de verdad -que tienen otros famosos, como Arnold Schwarzenneger-, por la que pagó la friolera de 82.500 euros, más 27.000 de opcionales.
Aunque el modelo a escala que conducirá Brooklyn Beckham no es tan potente ni veloz como el todoterreno real, al menos puede alcanzar una velocidad máxima de 50 kilómetros por hora, casi la velocidad de la luz para un pequeño que todavía no ha salido del jardín de infancia.
No obstante, sus padres no deberán preocuparse por eventuales choques, ya que es casi seguro que el pequeño sólo estará detrás del volante de su Hummy dentro de los límites del predio de su Palacio de Beckingham, como le llaman los tabloides a la impresionante residencia familiar de Hertfordshire.
Allí, Brooklyn, junto con su hermanito Romeo, de dos años y medio, disfrutará además de otro de sus grandes regalos navideños: una fortaleza construida en madera de un valor estimado en 180.000 euros. La instalación, de 30 metros cuadrados, y construida dentro de la propia mansión, tiene dos pisos con numerosas torres y un puente de tren. También tiene un tobogán en forma de espiral, trepadoras y columpios.
EMBARAZADA
Para que los niños y sus amigos puedan jugar también de noche, dispone de una amplia y luminosa red eléctrica. Toda la superficie esta recubierta de colchonetas de goma para evitar golpes. Victoria está muy obsesionada por la seguridad de sus pequeños, sobre todo ahora que está embarazada de su tercer hijo y al que espera alumbrar para el próximo mes de marzo.
Y no tendrá miedo, tampoco, de hacerle daño a su juguete nuevo, ya que posee un garaje en miniatura con una flotilla de tres autos de lujo diseñados a medida de su pequeña anatomía: un Porche, un BMW y una ostentosa Ferrari.
Eso sí: como la ceremonia de apertura de tan abultados regalos podría resultar una amenaza para la ansiedad de los niños en el día de Navidad, el célebre matrimonio contrató a un asistente -cuyos honorarios ascenderían a 1500 euros por día- para deshacerse de tantos kilos de cartón, papel y plástico.
El festival de gastos navideños de los Beckham, sin embargo, no termina allí. Para el 23 de diciembre, la jornada anterior a la Nochebuena, se programó el bautismo de los dos niños, cuya celebración se fijó en la capilla privada de su residencia.
A esta fiesta, que según un decano de la prensa amarilla local tuvo un presupuesto inicial de 750.000 euros, fueron invitadas diversas personalidades del mundo del espectáculo, entre los que se destacan Tom Cruise, Elisabeth Hurley y Elton John. Estos últimos, además, habrían sido elegidos los padrinos de los pequeños Beckham, junto a los hermanos de Victoria, hecho que habría provocado la furia de la familia del futbolista, de origen humilde, quienes se habrían sentido «excluidos» y, además, reemplazados por los célebres amigos del matrimonio más popular del Reino Unido.
Ted Beckham, el padre del astro madridista, pronto desmintió estos rumores. «No es cierto que haya disputas. A mí me cae bien Elton John», se defendió este residente de Chingford, uno de los suburbios más grises y olvidables de Londres. Y, es que, a pesar de todo el dinero, fama y lujo que les rodea, la familia de David siempre ha mantenido una buena relación con su entorno natural de toda la vida. Todo lo contrario que Victoria y, si nadie lo remedia, sus propios hijos.
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Ahora escribo yo, Guille. Tras leer todos estos despropósitos me siento orgulloso de la educación que me han dado mis padres, del ordenador, del Quijote, del Digital Plus, de mi carrera de Historia. ¡Pobres niños-Beckham!
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